martes, 30 de octubre de 2012

AGUSTINA.

Tu tan llena de luz,
tu rostro tan sereno
tu mirada dulce
y tus manos...
Agustina.
Tu, tan noble,
mamá de tantos ,
dulce, acogedora ,
tu como el sol 
que me acaricia en verano,
era tu cálida sonrisa
Agustina.
La de sabrosas manos,
la de mis tiernos cumpleaños,
dulce Agustina
la hija de el padre,
la hija de Dios,
la buena y dulce
 madre
Agustina.
Como se iba apagando
tu vida,
todo se apagaba
menos tu mirada,
menos tu sonrisa.
Tu tan bella,
tan llena de vida,
mi dulce Agustina.

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