Cuesta decirte adiós ,
cuando queda un niño triste
acompañado de una humeda lágrima
recorriendo la inocencia de su rostro.
Cuesta decirte adiós,
cuando la repentina muerte
es quien coge tu mano
para decirte en silencio,
"ven sigueme".
Cuesta decirte adios
cuando queda un niño triste
acompañado de una humeda lágrima
recorriendo la inocencia de su rostro.
Cuesta decirte adiós,
cuando la repentina muerte
es quien coge tu mano
para decirte en silencio,
"ven sigueme".
Cuesta decirte adios
cuando la bocina matinal
queda en repentino silencio.
Cuesta decirte adiós ,
cuando hay tantos
que no quisieran despedirse.
Cuesta decirte adiós
cuando va quedando un hogar
con tu vacío
y dolerá tu ausencia,
Cuesta decirte adiós
cuando se sabe que este es el más triste.